Con un aumento de las cuotas en algunos de los recursos más emblemáticos de nuestro país, como son la merluza y el congrio y una disminución en la sardina y anchoveta, la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura definió el marco de captura permitido para 2015 con miras a la sustentabilidad de las pesquerías.
Luego del trabajo desarrollado por los Comités Científicos Técnicos de las pesquerías y de los Comités de Manejo para cada una de ellas, la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura definió las cuotas globales de captura para el próximo periodo, augurando en la globalidad un buen año.
En el caso de la merluza -que en 2014 bajó de 40.000 ton a 19.000 ton- su estado hoy permitió aumentar la cuota a 23.000 ton; el jurel también subió levemente, desde los 290.000 ton decretados para 2014 a 310.00 –cifra que está en concordancia con los acuerdos adoptados en la ORP-PS-, en tanto que el congrio dorado también mostró un incremento en su pesquería norte, con 858 ton, y en la del sur, con 485 ton.
Por su parte, la jibia se mantuvo en las 200.000 ton, cuota fijada desde 2013, de los cuales 160.000 serán para los pescadores artesanales y 40 mil para la pesca industrial. Al respecto, el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Raúl Súnico, explicó que «este recurso se ha convertido en el último tiempo en una alternativa productiva muy importante para el sector artesanal e industrial y las cifras para el próximo dan estabilidad a ambos sectores».
Respecto a la merluza común, la autoridad señaló que «se está trabajando en un plan de administración del recurso que parcele su extracción de manera de proteger su precio en el mercado y combatir la pesca ilegal. El alza sin duda era muy esperada por los pescadores artesanales de la zona centro sur y vemos cómo el tratamiento y respeto por los criterios científicos y técnicos ya dan sus primeros resultados positivos».
Respecto a los recursos que fueron a la baja, destacan la sardina común y la anchoveta, que disminuyeron en todas las unidades de pesquería, lo que responde al comportamiento que ha tenido el recurso durante el año afectado principalmente por temas oceanográficos y climáticos tal y como la corriente del niño. «Esperamos que estas bajas no afecten demasiado al sector, puesto que, fenómenos climáticos que afectan a toda la costa del pacífico sur harán que la producción de harina de pescado disminuya considerablemente en el Perú lo que permite adelantar un alza importante en los precios nuestros y con un dólar también muy favorable», explicó el subsecretario.