Buzo valdiviano relata el hallazgo de choro gigante de 32 centímetros
publicado el 04/08/2024

Este 7 de abril, en la bahía de Corral se informó el peculiar hallazgo de un choro (Choromytilus chorus) gigante, que pesó 816 gramos con 32 centímetros de longitud.

El responsable de este descubrimiento fue el buzo y pescador, José Martel, quien se encontraba en la bahía realizando estudios sobre la cholga (Aulacomya atra) junto a un equipo de biólogos investigadores.

En conversación con Grupo DiaroSur, el buzo, con más de 30 años de experiencia, comentó el extraordinario momento y las impresiones de quienes le acompañaban.

El afortunado buzo
-Don José, ¿Cómo encontró este marisco?

El marisco midió 320 mm. Crédito: redes sociales.
“Estaba buceando con unos biólogos marinos haciendo un estudio del recurso cholga en Corral. Cuando realizaba mediciones y recuento de especies en el sector, me encontré con el choro. Cuando vi el tamaño de la concha pensé que estaba vacío. Al tomarlo pude verificar que estaba entero, vivo y lo llevé a superficie”. “Cuando subí al bote, quedamos impresionados. Ver un espécimen de ese tamaño no es para nada común, tiempo atrás debieron haber existido, pero ahora es difícil verlos”.

-Según su experiencia, ¿cuántos años creé que puede haber tenido el choro?

«Por lo que conversamos con los biólogos marinos, una especie así tiene por lo menos 10 años, ya que si bien estos mariscos cuando son juveniles, crecen rápido. Tienen una fase de estancamiento que viene después de los cinco años. Es decir, que este choro debió pasar por mucho los cinco años para alcanzar ese tamaño. Usualmente no pasan de los 10 centímetros.

-¿Había visto algo así en sus años de buceo anteriores?

«No, en el tiempo que he trabajado en el mar no. Los biólogos dijeron que tampoco habían visto algo así. Aunque colegas adultos mayores, dicen que habían mariscos de tamaño gigante en su época, cuando aún no era masiva la práctica de recolección.

“Por eso le decían choro zapato, el nombre viene por el tamaño gigante y su comparación con un zapato. Le hablo de 40 ó 50 años atrás”.

-Ya que lo encontró, ¿qué hizo con el choro?

“Me lo traje para la casa, a la familia y lo cocinamos. La coraza quedó intacta y fue entregada a los biólogos para que puedan analizar los años del choro, porque dicen que a través de la textura pueden saber los años que tiene”.
¿Cómo estaba?

“De sabor, estaba exquisito y todos comieron en casa. Piense que fue como comprar un kilo de marisco”.

fuentes
fotografia: Cesar Pedrini Tapia

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