Como oportuno y pertinente calificó el diputado RN Bernardo Berger el Acuerdo a discutir en la Cámara Baja, y que permitiría a Chile contar con un instrumento internacional efectivo para poner atajo a las faenas ilegales de pesca en aguas jurisdiccionales nacionales.
El parlamentario, que además representa a Renovación Nacional en la Comisión de Pesca, Acuicultura e Intereses Marítimos, explicó que el acuerdo sometido a votación del Congreso se refiere a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho de Mar (Convemar), que -entre otras características- facultaría a Chile a monitorear las aguas de alta mar adyacentes al territorio nacional, con la finalidad de preservar los recursos y los intereses de los pescadores chilenos tanto industriales como artesanales.
Así lo dio a conocer el diputado Berger ratificando que «este acuerdo ayudará a la vigilancia en el cuidado de las aguas internacionales y en la conservación de los recursos pesqueros transzonales y, de paso , a retomar las confianzas al menos en nuestro compromiso país, para con la pesca en aguas internacionales»
Berger agregó que pese a que el proyecto ha recibido algunos reparos, «los beneficios serán mayores que los perjuicios, porque más que nunca hoy se necesitan señales claras de buena vecindad en materia económica con la región, debido a que la economía nacional ha perdido harto terreno en el último año y medio, debido a las malas políticas que ha empujado el gobierno».
El acuerdo argumenta que pese a que han transcurrido más de 12 años desde la entrada en vigor internacional del Convemar, y que aún existen extracciones irregulares en el área Pacífico Sur Oriental, la firma del instrumento por parte de Chile constituye una herramienta fundamental para combatir las actividades irregulares de extracción de recursos marinos.
El parlamentario puntualizó que espera que el tratado no termine «en letra muerta», advirtiendo que será necesario adoptar medidas paralelas como incurrir en gastos presupuestarios del erario fiscal, aumentar las dotaciones funcionarias y la capacidad fiscalizadora de SERNAPESCA, que se traduzcan en un compromiso concreto y real de recursos materiales humanos y logísticos para cumplir las obligaciones que serán suscritas, «sino nada de este acuerdo tiene sentido, y no cumplirlo, sería dispararnos todavía más en los pies si queremos recuperar y mantener algo de la confianza internacional en nuestra economía», dijo.
Instrumentos
La Convención Sobre Pesca y Conservación de los Recursos Vivos de la Alta Mar, de 29 de abril de 1958, significó un avance en el derecho internacional, incluyendo derechos y obligaciones para los países firmantes, no obstante no tuvo buenos resultados en Chile por la falta de acuerdo sobre la extensión y límites de los espacios marítimos jurisdiccionales.
En tanto, la Convemar definió los espacios marinos, consolidó el régimen jurídico internacional de las zonas económicas exclusivas de los Estados ribereños, sin embargo obligó a las flotas pesqueras de aguas distantes a realizar sus actividades en la alta mar, atentando con medidas que los países pudieran adoptar dentro de las áreas adyacentes a sus zonas económicas exclusivas. Esto llevó a los países -incluido Chile- a impulsar iniciativas que permitieran contrarrestar.
En 1993 se inició una Conferencia Especial con la intención de crear un instrumento internacional vinculante bajo la forma de un Acuerdo de Aplicación de la Convemar, sobre sus disposiciones relativas a la conservación y ordenación de las poblaciones de peces transzonales y las poblaciones de peces altamente migratorios.
Las negociaciones de la Conferencia Especial culminaron con la adopción del Acuerdo sobre la aplicación de las disposiciones de la Convemar relativas a la conservación y ordenación de las poblaciones de peces transzonales y las poblaciones de peces altamente migratorios, adoptado en Nueva York, el 4 de agosto de 1995.
El mismo acuerdo fue sometido a actualización y revisión el año 2010, ocasión en que no fue ratificado por la opinión jurídica minoritaria de algunos sectores que plantearon que los derechos reconocidos por la Convemar se verían afectados, y porque mientras no se creara una organización regional pesquera en el Pacifico Sur, no resultaba oportuno ratificar este Acuerdo.